De octubre a marzo
Idealmente de 10 a 14 noches
India se vive mejor cuando puedes observarla de cerca: un coche y un guía privado durante todo el viaje, acceso a espacios que normalmente no se enseñan y alojamientos donde cada muro tiene historia. Te moverás entre havelis centenarios, fortalezas convertidas en palacios y camps boutique en plena naturaleza o en el desierto, mientras todo fluye entre escenas urbanas vibrantes, artesanía que sigue viva, templos silenciosos y miradores tranquilos.
En Jaipur conocerás un orfanato de elefantes que protege a estos animales, antes vinculados a las procesiones reales de la ciudad, y verás de primera mano la dedicación para cuidarlos. El Fuerte de Amber podrás recorrerlo de una forma más íntima y tranquila, subiendo en un Mahindra Jeep, un vehículo todoterreno de fabricación india inspirado en los antiguos jeeps militares, que permite acceder por caminos secundarios evitando las zonas más concurridas. También tendrás la opción de un vuelo en globo al amanecer, para ver la zona desde el aire, con la suave luz del amanecer iluminando pueblos, palacios y campos. Las manos artesanas que pintan, tallan o estamparán telas te mostrarán la India tradicional, viva, auténtica.
Jodhpur te mostrará su laberinto azul desde una fortaleza que domina toda la ciudad. Dormir en un palacio restaurado aquí significa convivir con patios silenciosos, terrazas con vistas al desierto y estancias que guardan huellas de antiguas dinastías.
Udaipur te recibirá entre lagos y fachadas blancas. El coche del maharajá te aguardará en el aeropuerto, un gesto que forma parte de la tradición de algunos palacios de la ciudad. Miradores, templos, terrazas al atardecer y hoteles que parecen suspendidos sobre el agua hacen que cada día tenga su propio ritmo.
En Jaisalmer podrás alojarte en un camp de lujo entre dunas, con cenas bajo las estrellas y rutas suaves por el desierto que conectan con la vida de las comunidades que lo habitan desde hace siglos.
Ranthambore ofrece una combinación singular de naturaleza y arqueología: aquí podrás buscar al tigre de Bengala en compañía de naturalistas locales, recorriendo ruinas cubiertas de raíces, murallas antiguas y lagos donde la vida salvaje aparece con naturalidad.
En la región de Khajuraho, recorrer los templos en bicicleta permite apreciarlos con calma. Sus esculturas, famosas por sus figuras humanas y simbólicas, representan historias cotidianas, escenas divinas y también la parte erótica que los hizo célebres. Más que un ornamento, son una expresión de la filosofía de la época: la vida y lo sagrado como un todo inseparable.
Y en Agra, el Taj Mahal se contempla desde un punto discreto junto al río, donde la luz del atardecer cae sobre el mármol sin multitudes alrededor. También puedes alojarte en un hotel con vistas directas al monumento, para verlo cambiar de color desde tu propia habitación.
Havelis históricos, fortalezas–palacio, camps boutique y hoteles con vistas al Taj Mahal.
Viajeros que buscan cultura, historia, naturaleza, confort discreto y autenticidad.
Extensión a Nepal, Maldivas, exploración profunda de Rajastán o combinación con Goa para playas.
Este no es un itinerario turístico prefijado, sino un viaje que se adapta a tu tiempo y a tu manera de acercarte a India. La propuesta se construye a medida, con flexibilidad y acceso reservado. Aquí lo importante no es cuánto ves, sino cómo lo vives.
Diseñamos cada viaje como una pieza única diseñada exclusivamente para ti, con todo nuestro saber hacer y cuidado.*