Ártico y Antártida

Donde termina el mundo y empieza lo esencial

Aquí no hay caminos. Solo hielo, viento, silencio. Los extremos del planeta no se visitan: se alcanzan. Y cuando lo haces, algo dentro de ti cambia.

El Ártico y la Antártida no son destinos: son estados de ánimo. Lugares donde el tiempo se estira, donde la noche puede durar semanas y al mismo tiempo en el polo opuesto,  el día no apagarse nunca. Donde el cielo se rompe en luces verdes y la tierra cruje bajo tus pies. Donde un oso polar, una ballena con su cria o una colonia de pingüinos emperador  pueden enseñarte más que cualquier libro.

Diseñamos viajes y  expediciones de lujo que te llevan más allá de lo conocido: navegar entre icebergs en un rompehielos, caminar sobre glaciares activos, dormir en campamentos preparados por científicos, observar auroras boreales desde un refugio remoto. Todo con la delicadeza que exige un entorno frágil, puro, irrepetible.

Aquí, el lujo no es el confort —que también—sino la conciencia: de estar en un lugar donde casi nadie ha llegado, de  ser parte —aunque solo por un instante— de un mundo que sigue siendo salvaje, vulnerable y esencial. La esencia de la experiencia no es escapar del frío, sino abrazarlo-

El arte de rendirse al lugar

Viajar a los polos no es solo una experiencia geográfica: es un viaje hacia fuera y hacia dentro que requiere una preparación.

Estas regiones no se conquistan, se respetan. Hay que moverse al ritmo del clima, aceptar que el plan cambia si el viento sopla distinto. Aquí, la naturaleza manda, y tú aprendes a escucharla. Desde el azul profundo de los hielos antárticos hasta el resplandor verde de las auroras en el Ártico, todo es más grande, más puro, más real.

Diseñamos expediciones privadas en las que cada decisión importa: qué barco de expedición navegará por los canales helados, qué guía naturalista te explicará el comportamiento de una foca, qué científica compartirá contigo cómo se derrite el permafrost. Dormirás en campamentos inspirados en las bases polares, caminarás sobre glaciares vivos, navegarás entre icebergs gigantes. Y en cada momento, sentirás que no estás solo: estás en un lugar que aún resiste.

Aquí, el lujo es ser testigo sin dejar huella.

Y entender que lo más extremo, a veces, es lo más frágil.

Sobrevolar glaciares en busca de osos

Una avioneta está a tu disposición para sobrevolar glaciares y lagos helados. Aterrizas en lugares remotos donde no hay un alma en cientos de kilómetros, y con guías expertos, buscas rastros de osos. Te alojas en un chalet aislado, donde la exploración es una aventura diseñada a tu medida. 

Dormir en un campamento de lujo en el corazón de la Antártida

Desde Sudáfrica, vuelas al continente blanco, donde te espera un campamento polar de lujo con todas las comodidades. Entre hielos eternos y un silencio total, recorres glaciares a pie, exploras cuevas de hielo y te enfrentas a una de las geografías más extremas del planeta. Cada jornada es diseñada a tu medida y es una exploración única.

Navegar entre témpanos y ballenas

Aterrizas en un manto de nieve, donde un barco de exploración te espera con todas las comodidades. Desde tu camarote, haces salidas en lanchas para observar pingüinos o ballenas. Puedes remar en kayak entre icebergs, y por la noche, con suerte, una aurora boreal ilumina el cielo.

Prepararte para el frío y superarte a ti mismo

En el Ártico noruego, te enfrentas al paisaje con esquís de fondo y un trineo. Guiado por expertos en expediciones, aprendes a montar tu tienda y pasar la noche a -15 ºC. Una experiencia exigente y transformadora que cambia la forma de ver el esfuerzo, el frío y el valor de cada gesto.

Volar en dirigible hasta el Polo Norte

Despegas desde Svalbard en un dirigible especialmente diseñado para acceder a zonas remotas. Cenas a bordo con vistas al hielo infinito y despiertas sobrevolando el Polo Norte. Al aterrizar, exploras el paisaje con esquís o en bicicleta. Es una expedición que recuerda a las grandes gestas, pero con la ligereza del presente.

Vivir unos días en un campamento base explorando Groenlandia

Desde un campamento base, te dedicas a explorar paisajes remotos. Camina sobre glaciares, haz kayak entre icebergs, y cena alrededor de una hoguera bajo las estrellas. Conoce a criadores de huskies, para una travesía en trineo de perros que te lleva a pescar tu propia cena en el hielo.

Celebrar Navidad en el bosque ártico

Llegas al círculo polar ártico con tu familia, donde un chalet privado en el bosque te espera. Por la mañana, una travesía en trineo de perros, para luego comer carne de reno a la parrilla. Por la tarde, un elfo llama a la puerta, y tras él, Papá Noel llega en su trineo, repartiendo regalos bajo las estrellas.

Embarcar en un crucero de expedición de lujo

Exploras el círculo polar ártico en un yate de lujo de expedición totalmente equipado para vivir una aventura polar con todas las comodidades necesarias. Sales en lanchas con todo el equipo necesario para navegar entre témpanos de hielo y desembarcar a pie de un glaciar. En época de orcas, estas nadan alrededor de tu barco. 

Donde vivirlo:

Ártico Antártida

Todo viaje especial empieza por una conversación personal. ¿Hablamos?

Diseñamos cada viaje como una pieza única diseñada exclusivamente para ti, con todo nuestro saber hacer y cuidado.*

*Como referencia, un viaje de 12 días puede situarse entre 15.000 € y 25.000 € por persona, dependiendo del viaje, la época y la experiencia que busques.

Ártico y Antártida diseñados a tu medida

Estos lugares solo se recorren desde la elección: la de salir de la zona de confort, moverse al ritmo del tiempo polar y aceptar que el clima puede reescribir el plan. Aquí, cada decisión —cuándo viajar, cómo desplazarse, cuánto acercarse— es parte de la experiencia.

Por eso, no trabajamos con itinerarios estándar. Diseñamos composiciones únicas que nacen de una conversación: ¿buscas luz infinita o noche eterna?, ¿silencio absoluto o observación activa de fauna?, ¿entrenamiento y autosuficiencia o contemplación pausada? Ajustamos dificultad, logística, ventanas de navegación, localización de alojamientos y diferentes niveles de exposición al frío para que el viaje tenga sentido para ti.

Colaboramos con quienes viven y estudian estos territorios: naturalistas polares, guías de hielo, pilotos, capitanes, mushers, fotógrafos de fauna y científicos de campo. Ellos abren caminos, leen el hielo, interpretan el viento y convierten un paisaje extremo en un aprendizaje seguro y profundo.

Y todo se hace con un criterio de cuidado: en privado o en grupos reducidos, distancias responsables hacia la fauna, rutas y campamentos de bajo impacto medioambiental,  estrictos protocolos de seguridad y conservación. Viajar a los polos es ser testigo sin dejar rastro.

Porque en los extremos, belleza y fragilidad son la misma cosa. Y el verdadero viaje es aprender a escuchar el hielo.

Ártico y Antártida diseñados a tu medida

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