De abril a noviembre
Entre 10 y 14 dias
Algunas rutas en Perú son distintas a los típicos catálogos clásicos. Este viaje conecta tres territorios donde lo importante es la cultura, el paisaje y la forma en la que accedes a ellos. Un altiplano que vas a vivir desde dentro, un cañón que se despierta con cóndores y un desierto silencioso donde el único ruido que escucharás es el viento.
Más allá del Colca se abre Tinajani, un desierto andino de roca roja y cielos inmensos, sin caminos marcados ni construcciones visibles. Allí organizamos tu estancia en condiciones controladas, con privacidad total y el paisaje como único protagonista. Es un escenario mineral y silencioso que invita a caminar sin rumbo, a detenerse y a dejar que sea el entorno quien marque el ritmo.
El contraste llega en Lima, donde la ciudad propone otra forma de conexión: cenas exclusivas con la mejor gastronomía del país, atardeceres violetas frente al Pacífico y visitas a galerías de arte que conviven con el pasado colonial. Un recordatorio de que Perú es diversidad, tradición y modernidad entrelazadas.
Perú no tiene que recorrerse como siempre. Este viaje se vive en privado, sin interferencias y con acceso real a lugares que normalmente permanecen fuera de alcance.
En el Lago Titicaca estarás en una península privada. Desde allí podrás navegar en kayak, paddle surf o bote por el lago más alto del mundo. También tendrás acceso a las islas flotantes de los Uros, construidas de totora, una planta acuática única de esta zona o a comunidades que conservan su artesanía y costumbres ancestrales. Las cenas se sirven frente al agua, con producto local, vinos seleccionados y la calma de no tener que compartir el espacio con nadie.
En el Cañón de Colca, uno de los más profundos del planeta, la experiencia se centra en el contacto directo con la naturaleza. El día comienza viendo cóndores al amanecer y sigue con caminatas entre terrazas preincas, iglesias coloniales y pueblos remotos. Se almuerza junto a ríos de aguas termales y la noche llega alrededor del fuego, en un campamento pensado para vivir la montaña con intimidad y autenticidad.
Más allá del Colca se abre Tinajani, un desierto andino de roca roja y cielos inmensos, sin caminos marcados ni construcciones visibles. Allí organizamos tu estancia en condiciones controladas, con privacidad total y el paisaje como único protagonista. Es un escenario mineral y silencioso que invita a caminar sin rumbo, a detenerse y a dejar que sea el entorno quien marque el ritmo.
El contraste llega en Lima, donde la ciudad propone otra forma de conexión: cenas exclusivas con la mejor gastronomía del país, atardeceres violetas frente al Pacífico y visitas a galerías de arte que conviven con el pasado colonial. Un recordatorio de que Perú es diversidad, tradición y modernidad entrelazadas.
Perú no tiene que recorrerse como siempre. Este viaje se vive en privado, sin interferencias y con acceso real a lugares que normalmente permanecen fuera de alcance.
Una forma de vivir Perú desde el acceso, la intimidad y la conexión con lo esencial:
Estancia en península privada en el Lago Titicaca: actividades acuáticas, visitas a comunidades locales y cenas con vista al agua.
Campamento en el Cañón de Colca: amaneceres con cóndores, caminatas entre pueblos remotos y noches junto al fuego.
Aislamiento total en el desierto rojo de Tinajani: sin caminos ni señales, solo paisaje y silencio absoluto.
Contraste cultural en Lima: gastronomía exclusiva, arte contemporáneo y atardeceres frente al Pacífico.
Este no es un itinerario turístico prefijado, sino un viaje que se adapta a tu tiempo y a tu manera de acercarte a Perú. La propuesta se construye a medida, con flexibilidad y acceso reservado. Aquí lo importante no es cuánto ves, sino cómo lo vives.
Diseñamos cada viaje como una pieza única diseñada exclusivamente para ti, con todo nuestro saber hacer y cuidado.*