Entre marzo y mayo, o entre octubre y noviembre
Entre 10 y 14 días, suficiente para disfrutar de templos, ciudades y naturaleza sin prisas, con la posibilidad de ampliar según intereses.
Este viaje trata de ver Japón y sobre todo entenderlo. Dejar al lado las visitas rápidas o las fotografías de lugares icónicos y fijarte en gestos, detalles y atmósferas que permanecen. Es una invitación a sumergirse en la parte más simbólica y ceremonial del país: aquella que convierte lo cotidiano en arte y donde la belleza está tanto en el silencio como en la acción.
Cada experiencia ha sido seleccionada con la intención de abrir puertas que normalmente permanecen cerradas, desde participar en una ceremonia del té guiada por una maiko hasta escuchar el crujido del incienso en un templo zen, desde pasear en calma por jardines de rocas diseñados para la contemplación hasta descubrir cómo el arte contemporáneo se integra en una isla del mar interior. Aquí todo se hace sin prisa, con tiempo, privacidad y el espacio necesario para que cada gesto tenga sentido.
El Japón ceremonial se vive desde dentro. Cada etapa está pensada para que no seas un observador externo, sino parte del proceso: vestirse, sentarse, escuchar, tocar, oler. Aprenderás la delicadeza de los movimientos, la importancia de los silencios y la forma en que cada tradición encierra siglos de historia y filosofía.
No es un recorrido rígido, sino una secuencia de momentos íntimos y cuidadosamente preparados. De la quietud de un jardín zen a la intensidad sensorial del incienso, de la precisión de un bonsái al contraste de Naoshima, donde la espiritualidad japonesa se revela también a través del arte contemporáneo.
Ceremonia del té privada con una maiko, vestida con atuendo tradicional. No solo observarás: formarás parte del ritual, desde el modo de vestir hasta la manera de sentarse, en un encuentro que simboliza armonía, respeto y presencia.
Ceremonia de incienso guiada por un monje zen, un arte milenario que combina aromas, memoria y contemplación. Una práctica poco conocida fuera de Japón que invita a escuchar con el olfato y la mente.
Taller privado de bonsái, donde aprenderás la filosofía detrás de esta práctica ancestral. El bonsái no busca perfección, sino equilibrio, paciencia y contemplación activa.
Paseo por jardines zen en Kioto, sin agua ni flores, donde la belleza reside en las rocas, la arena y el vacío. Lugares diseñados para que el silencio sea parte de la experiencia.
Visita a Naoshima, la isla del arte, donde arquitectura y paisajes dialogan con instalaciones de artistas contemporáneos. Una mirada distinta a la espiritualidad japonesa desde la creatividad y el diseño.
Este no es un itinerario turístico prefijado, sino un viaje que se adapta a tu tiempo y a tu manera de acercarte a Japón. La propuesta se construye a medida, con flexibilidad y acceso reservado. Aquí lo importante no es cuánto ves, sino cómo lo vives.
Ryokans tradicionales, villas privadas, estancias con identidad local y diseño cuidado.
Viajeros que buscan una inmersión cultural sensible, privacidad y belleza en los detalles.
Puede combinarse con unos días en Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán o incluso con playas en Maldivas o Bali para cerrar el viaje en contraste.
Diseñamos cada viaje como una pieza única diseñada exclusivamente para ti, con todo nuestro saber hacer y cuidado.*